Por Laura Orvieto
info@lauraorvieto
Años atrás cuando era yo una joven recién llegada de Ecuador, la música se convirtió en mi salvación. Ir a los conciertos de rock en español era como regresar a casa. En aquella época (no muy lejana) el movimiento de rock en español era bastante fuerte en el área triestatal y tuve la suerte de disfrutar de muy cerca de la grata y divertida compañía de Los Pericos, quienes acompañaban a sus fans al terminar cada concierto de manera amena y sencilla. Otro grande con quien tuve el honor de compartir de cerca y que si hubiera sabido no tendría la suerte de volver a ver, hubiera tomado más de un millón de fotos, fue Gustavo Cerati. El mismo ofreció un concierto fuera de este mundo, un concierto que jamás olvidaré por lo excéntrico y orgánico. Sin duda fue uno de los conciertos que conservaré en lo más profundo de mi corazón.
Pasó mucho tiempo en el que el movimiento de rock en español perdió la fuerza que tuvo en aquella época de mi adolescencia (la cual recuerdo con mucho cariño). Esto cambió hasta que conocí a la banda “Bipolar”. Cuando los entrevisté, la voz principal del grupo, Andrés Pereyra, me comentó del deseo de emprender este movimiento. Me gustó lo que me decía. Veía finalmente surgir el movimiento de rock en español como lo recordaba o tal vez mucho mejor. Cabe destacar que Bipolar no solo asiste a los conciertos de sus bandas hermanas como son “De Raíz” y “Viceversa”. Me gusta ver la hermandad que emana de la música, en este caso precioso del rock en español. Me gustó mucho ver que la banda Bipolar estuvo el pasado noviembre visitando una escuela de música para niños llamada “P.Y. Rock Musical School”, donde estuvieron respondiendo preguntas de los alumnos.
Me complace enaltecer que la música está creando un aire de hermandad entre las bandas en nuestra comunidad. Me llena de esperanza notar que hay un apoyo sincero entre los músicos. Me gusta este movimiento de rock en español que ha nacido en New Jersey e invito a las demás bandas a sumarse y que esta iniciativa recorra el mundo entero. Los invito a que utilicemos la música como una herramienta de unidad y paz.
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Años atrás cuando era yo una joven recién llegada de Ecuador, la música se convirtió en mi salvación. Ir a los conciertos de rock en español era como regresar a casa. En aquella época (no muy lejana) el movimiento de rock en español era bastante fuerte en el área triestatal y tuve la suerte de disfrutar de muy cerca de la grata y divertida compañía de Los Pericos, quienes acompañaban a sus fans al terminar cada concierto de manera amena y sencilla. Otro grande con quien tuve el honor de compartir de cerca y que si hubiera sabido no tendría la suerte de volver a ver, hubiera tomado más de un millón de fotos, fue Gustavo Cerati. El mismo ofreció un concierto fuera de este mundo, un concierto que jamás olvidaré por lo excéntrico y orgánico. Sin duda fue uno de los conciertos que conservaré en lo más profundo de mi corazón.
Pasó mucho tiempo en el que el movimiento de rock en español perdió la fuerza que tuvo en aquella época de mi adolescencia (la cual recuerdo con mucho cariño). Esto cambió hasta que conocí a la banda “Bipolar”. Cuando los entrevisté, la voz principal del grupo, Andrés Pereyra, me comentó del deseo de emprender este movimiento. Me gustó lo que me decía. Veía finalmente surgir el movimiento de rock en español como lo recordaba o tal vez mucho mejor. Cabe destacar que Bipolar no solo asiste a los conciertos de sus bandas hermanas como son “De Raíz” y “Viceversa”. Me gusta ver la hermandad que emana de la música, en este caso precioso del rock en español. Me gustó mucho ver que la banda Bipolar estuvo el pasado noviembre visitando una escuela de música para niños llamada “P.Y. Rock Musical School”, donde estuvieron respondiendo preguntas de los alumnos.
Me complace enaltecer que la música está creando un aire de hermandad entre las bandas en nuestra comunidad. Me llena de esperanza notar que hay un apoyo sincero entre los músicos. Me gusta este movimiento de rock en español que ha nacido en New Jersey e invito a las demás bandas a sumarse y que esta iniciativa recorra el mundo entero. Los invito a que utilicemos la música como una herramienta de unidad y paz.